La Cultura es una manifestación social común a cualquier comunidad, que conlleva en si misma un impacto positivo y directo en la construcción de una verdadera sociedad democrática.

Ese carácter fundamental de la Cultura ha sido reconocido tanto a nivel nacional como internacional con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la Convención de la Unesco sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de 2005, la declaración de la Cultura como “bien público Mundial y esencial” en MONDIACULT México en el año 2022, y en la reunión de Ministros de Cultura de la UE de Cáceres del año 2023, que fijó a la Cultura como elemento integrador de la Unión Europea. Con posterioridad, la legislación de desarrollo ha declarado a la Cultura como “bien básico y de primera necesidad” por una modificación de la Ley del Libro del año 2021 y anteriormente en Catalunya ya había sido declarado como “bien esencial” en el año 2020.

No obstante, actualmente, se está construyendo una compleja relación entre el ejercicio del derecho a la cultura como un bien básico, esencial y de primera necesidad, y otros derechos fundamentales derivados de la vida en común de los ciudadanos. Singularmente, cuando hablamos del ejercicio de propuestas culturales en vivo, sobre todo cuando incorporan música, en las zonas en las que conviven esas propuestas con los núcleos de vida de los ciudadanos.

Es este aspecto sobre el cual nos centramos en este informe impulsado junto a la Associació de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC) para aportar soluciones jurídicas y técnicas que puedan solventar y mitigar las situaciones reales vividas en este contexto de cohabitación, en pro de un ejercicio armónico y ponderado de los derechos culturales y de la salud, descanso e intimidad de los ciudadanos.

En este contexto, ha sido fundamental la búsqueda, identificación y análisis de la normativa catalana, las situaciones circunstanciales en el territorio catalán relacionadas con la convivencia entre agentes que orbitan alrededor de la producción de eventos musicales en vivo, así como la normativa estatal e internacional.