Uso del Big Data y la Inteligencia Artificial en el sector asegurador.

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Dentro del marco del acuerdo de colaboración firmado entre la aseguradora DKV y el despacho Gabeiras & Asociados con el objeto de divulgar y formar en temas como la seguridad del dato o la privacidad del cliente, hemos preparado este breve artículo sobre las nuevas tecnologías y el sector asegurador.

Las compañías aseguradoras son empresas que han tratado históricamente una gran cantidad de datos de sus asegurados, y los avances tecnológicos en Big Data y aprendizaje automatizado van a permitir utilizar de forma mucho más eficiente los mismos.

En el sector asegurador los datos tienen una importancia capital son tratados en las distintas fases.

En primer lugar, se utilizan desde un inicio para el diseño de las pólizas y el cálculo de las condiciones del seguro, puesto que los siniestros pasados pueden determinar la probabilidad que ocurran en un futuro, e incluso estimar las cuantías a las que se tendrán que hacer frente, conforme al los cálculos actuariales.

En segundo lugar, antes de la celebración del contrato entre el asegurado y la compañía, se deben recabar los datos personales del propio asegurado para analizar si el riesgo es o no asegurable, y si el cliente entra dentro de los parámetros de aseguramiento, lo que podrá determinar, a su vez, las condiciones y el precio.

En tercer lugar, una vez celebrado el contrato, el tratamiento de los datos es necesario para mantener, desarrollar y ejecutar el contrato. Y, como es lógico, en caso de que ocurra un siniestro, habrá que recabar de nuevo los datos para determinar si se debe abonar una prestación al asegurado.

Este tratamiento de datos que realizan las compañías aseguradoras tiene que estar respaldado por las bases legitimadoras previstas en el Reglamento General de Protección de Datos. Una Guía publicada por la Asociación Empresarial del Seguro explica que las principales bases legitimadoras son la ejecución del contrato de seguro y el cumplimiento de las obligaciones legales de la entidad aseguradora.

No obstante, también hay otras bases que pueden legitimar el tratamiento de los datos, como puede ser el consentimiento del asegurado (al realizar comunicaciones comerciales a clientes), el interés público (para evitar el fraude o colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad) o el interés legítimo (cesión de datos intragrupo, mercadotecnia de productos y servicios similares a los ya contratados).

El hecho de que nos encontremos ante un sector regulado y que puede llegar a tratar una gran cantidad de datos, en ocasiones especialmente sensibles como los datos de salud, provoca que las compañías aseguradoras deban ser especialmente cautelosas a fin de dar cumplimiento de toda la normativa sectorial, lo que incluye, por ejemplo, mantener actualizado el registro de actividades de tratamiento, tener en cuenta la protección de datos desde el diseño dentro de sus políticas de gobernanza de productos, mantener un adecuado nivel de seguridad el dato adecuado al riesgo.

¿Cómo está afectado el Big Data y la Inteligencia Artificial al mundo asegurador?

Una vez que hemos visto la relevancia de la protección de datos en el sector asegurador, veamos cómo está influyendo el uso del Big Data y la Inteligencia Artificial.

Como indicamos anteriormente, nos encontramos ante un sector que, históricamente, ha tratado una cantidad ingente de datos. Pero ahora, con las capacidades de aprendizaje automático, el análisis de los datos puede ser procesado a una velocidad mucho mayor, añadiendo una precisión y eficiencia hasta ahora nunca vistas.

Además, las compañías pueden implementar herramientas basadas en inteligencia artificial que permitan mejorar la comunicación con sus clientes, como los Chatbots, o agilizar la resolución de las reclamaciones más sencillas mediante programas que faciliten el procesamiento de los datos de un siniestro para comprobar si son indemnizables conforme a los pactado en la póliza.

Otro de los grandes beneficios del uso masivo de datos lo encontramos en la posibilidad de ofrecer a los consumidores productos más personalizados y ajustar su prima teniendo en consideración circunstancias mucho más detalladas. Un ejemplo podrían ser los datos de los wereables, como relojes inteligentes que miden la frecuencia cardiaca o el ejercicio que realice una persona. Una compañía aseguradora podría ajustar la prima de un seguro de salud si sabe que esa persona realiza ejercicio físico con frecuencia, o encarecerla si es una persona sedentaria.

No obstante, la innovación no termina aquí. El siguiente paso será la introducción de la tecnología denominada “Internet de los Cuerpos”. Esta tecnología permitiría la obtención de datos relacionados con la salud de forma muy certera, pero su implementación tendrá que ser gradual y cautelosa, ya que se deben ponderar tanto los riesgos físicos para la persona que los utilice, como los riesgos que puedan surgir respecto a la ciberseguridad debido por el daño que podrían causar en caso de hackeo del dispositivo.  En definitiva, la piedra angular de estos sistemas será la monitorización más que la explotación en sí de esos datos, por muy exactos que sean.

Esta innovación podría llegar a romper el paradigma de la solidaridad del riesgo en el mundo asegurador, pero un exceso de exhaustividad en la segmentación de clientes por los datos podría llevar a la exclusión de una parte de la población. Este debate, que excede del objeto de este artículo, tardará en llegar a nuestro país en la medida que el sector asegurador de salud es principalmente privado.

En este contexto, ha cobrado una especial relevancia el concepto de Sandbox, bancos de pruebas que permitirán a las compañías aseguradoras testar estas innovaciones y nuevos productos con grupos de clientes que consientan participar en los mismos, siempre en un entorno controlado de pruebas de cara a evaluarlos antes de sacarlos al mercado.

Así, España está siguiendo la estela de otros países como Reino Unido y Francia que llevan varios años utilizando la figura del Sandbox y que ha sido clave en la innovación del sector.

En definitiva, podemos afirmar, en línea con organismos expertos como la OECD, que hasta la fecha, los potenciales beneficios del uso masivo de datos y la inteligencia artificial en el sector asegurador superan los potenciales riesgos, especialmente cuando estos riesgos pueden ser mitigados con la legislación europea que es puntera en la protección de datos, y previamente testeados en entornos controlados como los Sandbox Ahora bien, es necesario que tanto los asegurados como las empresas tomen conciencia, se formen y eduquen en el valor que tienen los datos en la sociedad digital.

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