La futura Ley española de Consumo Sostenible busca ser horizontal y ofrecer una oportunidad para alinear los marcos normativos sectoriales
Delimitar las prácticas de ecoblanqueo de las empresas y proteger al consumidor es el punto decisivo que debe resolver la futura regulación. Transmitir un relato corporativo coherente en el que exista una transparencia empresarial y una buena praxis de la reputación de la sostenibilidad son algunas de las claves recogidas en el Aula “Cómo evitar el greenwashing en productos financieros: nueva Ley de Consumo Sostenible”, organizada en colaboración con la Fundación Gabeiras y Triodos Bank el pasado 17 de septiembre de 2024.
El encuentro, moderado por nuestra Of Counsel, Inés García-Pintos, contó con la participación de Daniel Arribas González, director general de Consumo, Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, y Andrea González G. Vega, directora general de SpainSif con el objetivo de identificar y discutir los puntos de encuentro de la futura Ley española de Consumo Sostenible con el sector financiero y cómo dar coherencia a las iniciativas en marcha tanto a nivel europeo como nacional.
El consumidor está cada vez más sensibilizado por la cuestiones ambientales y sociales. Las empresas, conscientes de esta realidad, adaptan cada vez más su oferta a esta nueva demanda. Sin embargo, más veces de las deseables, lo que adaptan es el mensaje y la comunicación y no tanto el producto o servicio que ofrecen. Ante esto, el regulador ya está articulando iniciativas legislativas, tanto a nivel comunitario como nacional, tendentes a empoderar a los consumidores y definir qué alegaciones ecológicas son legítimas y cuáles pueden generar confusión o desinformación.
Así, Daniel Arribas González, expresaba que “la finalidad de esta ley es proporcionar información veraz sin una acción extra por parte del consumidor a la par que desincentivar al tejido productivo en sus malas praxis”. En esa línea, Arribas González añadía que la futura ley de consumo sostenible “busca ser horizontal e influir en bienes y servicios que no cuentan con su propia normativa. Se trata de generar un marco común que pueda asentar las normativas sectoriales”.
Durante la jornada, también se expuso el marco regulatorio de la sostenibilidad del sector financiero ya que éste, además, tiene sus propios marcos de información al inversor que se ven afectados por estas cuestiones. Tal y como expresó Andrea González G. Vega, “el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) es una barrera de entrada al greenwashing”. En ese punto, tal como afirma González Vega “el equilibrio reside en ser riguroso y eficaz en la misma proporción”. Además González G. Vega planteó la conveniencia de “marcar una línea entre la comunicación de la estrategia empresarial y la comunicación de producto, puesto que es en esto último donde se impacta directamente en el consumidor” y a este respecto introdujo además en el diálogo la cuestión de la “falta de un sistema de etiquetado en el sistema financiero, que aunque se ha planteado no se ha avanzado por falta de consenso”
Por su parte, nuestra socia fundadora, Patricia Gabeiras, apuntaba, en referencia al ámbito financiero, que, «lo que ha habido en nuestro país es una indefinición muy grande sobre lo que es un consumidor y una pérdida de derechos, de protección (…). Algo que ha pasado totalmente desapercibido (…) que empezó tras la crisis financiera de 2008». Por ello, señalaba que, en su opinión, «lo primero que tenemos que revisar cuando se transpongan estas directivas es el ámbito subjetivo de aplicación y recuperar la idea de consumidor, que era aquella persona que está en una situación de desequilibrio informativo y con una dificultad de poder acceder a la información».
Siguiendo esa premisa, Triodos Bank, como entidad referente en banca ética, tiene claro que para lograr una transición a una economía distribuida, verde e inclusiva es necesario que todo el sector financiero cumpla con sus compromisos climáticos y sociales y trabaje desde las finanzas sostenibles con hechos medibles, veraces y honestos, como son los planes de desinversión e informes de reporte.
La industria financiera se ha apresurado a adoptar grandes palabras como ‘sostenibilidad’, ‘acción climática’ o ‘impacto social’. Por ello, a menos que estas palabras sean consistentes con los valores generales del negocio, no serán genuinamente transformadoras. Para ello, la regulación y la transparencia serán claves para frenar el greenwashing y alinear definitivamente el negocio con la sostenibilidad, constituirse en una ventaja competitiva en el mercado y aportar valor a la ciudadanía.
La alianza establecida entre Gabeiras y Triodos Bank para generar espacios de reflexión en torno a las finanzas sostenibles, se basa en el compromiso de ambas entidades por la promoción y divulgación de un sistema financiero consciente, responsable y sostenible.